sábado, 26 de noviembre de 2011

Periodismo deportivo = fútbol



  En junio de 2009 el ex presidente, Néstor Kirchner inmortalizó la frace: “¿Qué te pasha Clarín, estás nerviosho?”, ahora sí podríamos decir algo similar en Rosario, sería: "¿Qué les pasa a los medios rosarinos, están obnubilados por el fútbol?"Aparentemente sí, ya que hay tres canales televisivos de aire, cinco de circuito cerrado pre pago, dos diarios con una amplia tirada local y zonal, varios semanarios impresos en celuloide, cinco radios de amplitud modulada y más de un centenar de FM, sumados al amplio crisol de páginas webs; medios televisivos, radiales y gráficos que cubren el minuto a minuto de todo lo que acontece en el ámbito local, zonal, nacional e internacional, pero que, asombrosamente al momento de hablar de deportes, en su gran mayoría, por no decir todos, lo hacen de futbol y en escasísimos casos abordan algo de tenis, dejando de lado y desechando las demás disciplinas deportivas.
  Últimamente se ha difundido el rugby, el básquet, el jockey y el voley, pero solamente cuando jugó el seleccionado nacional. De automovilismo ni un solo medio da una mínima noticia de lo que pasó, sucede o acontecerá, a excepción de que ocurra algún accidente fatal, como los últimos que lamentablemente han ocurrido.Dan WheldonMarco SimoncelliRamiro Tot y Guido Falaschi fueron noticias en todos los medios rosarinos, porque han fallecido a raíz de accidentes fatales, los cuales, al instante u horas posteriores a la colisión, les causó la muerte. A la sazón, en ese momento aparecen los opinólogos pseudo especialistas que jamás o en muy escasas oportunidades han visto una carrera desde que se apaga la luz roja  hasta la bajada de la bandera a cuadros, periodistas que ni siquiera saben cambiar un neumático pinchado.
  Hoy en día, hay mucha información de automovilismo por numerosos medios, llámese Twister, Faceboock, comunicados de prensa, etc, etc, etc, pero lamentablemente se perdió terreno, ya que antes era tapa de diarios y suplementos deportivos, y ahora si no hay una trágica noticia lúgubre, nadie le da valor.  Hasta hace cuatro años se mantenían al aire dos transmisiones en vivo de cada autódromo y cuatro tiras diarias de deporte motor, una en cada estación de radio AM rosarina (Radio 2LT8LT3 y Nacional), hoy en día solamente queda un mini micro en Radio Cerealista (AM 680), mientras que en los diarios locales aparecen ocho a diez líneas solamente los fines de semana. Si alguien de Rosario o la zona quiere escuchar una carrera que sea trasmitida por una radio no porteña, tiene que escuchar Radio San Genaro, ya que es la única emisora del interior del país que recorre todos los autódromos llevando el minuto a minuto de lo que acontece en cada trazado argentino.
  En los últimos 6 años hemos tenido cinco campeones zonales, Iván Saturni(Bigand), Iván Ciccarelli (V. Gdor. Gálvez), Facundo Ardusso (Las Parejas), Guido Falaschi (Las Parejas) y Rodrigo Rogani (Pujato), a los cuales casi no se les ha dado difusión y mucho menos en la prensa escrita. Normalmente la pasión más grande por el automovilismo se fija en la Fórmula Uno, en Argentina la única divisional a nivel nacional que es similar a la máxima categoría mundial es la Fórmula Renault 2.0, especialidad en la que compiten y compitieron la mayoría de los mejores pilotos nacionales, es la categoría escuela donde se han coronado campeones eximios pilotos, tales como Roberto “Tito” Urretavizcaya, Omar “Gurí” Martínez, Juan Manuel “Pato” Silva y Gabriel Ponce de León entre otros; Ardusso y Rogani también fueron campeones y en Rosario, salvo ínfimas excepciones, ningún medio se enteró o si lo hizo, privó de informarlo masivamente. Es más, hace un año atrás Esteban Guerrieri se consagró sub campeón de la Indi Light estadounidense (categoría previa para ascender a correr en Fórmula 1 o GP2 Series), pero desafortunadamente en la ciudad nadie lo difundió.
  Desde 1993 hasta 1998 los principales programas automovilísticos nacionales, llámense Carburando (Radio Rivadavia), Campeones (Radio El Mundo) y Vuelta Previa (Colonia), tenían corresponsales solamente en 2 autódromos, en el Coliseo de  Buenos Aires y en el Juan Manuel Fangio de Rosario (el cual debería llamarse de otra manera, ya que en la zona hubo grandes pilotos de trascendencia mundial, como Oscar “Poppy” Larrauri o Carlos A. Reutemann, y ni siquiera son registrados). Sergio Tenaglia escribió durante diez años el suplemento automovilístico del diario El Ciudadano y únicamente redactó una nota de tapa cuando falleció algún piloto, mientras que tuvo que resignarse a ser siempre cronistas, porque nunca fue especialista en fútbol y solamente puede ser jefe de redacción deportiva un profesional especializado en fútbol.
  Retrocediendo la memoria a principio de año, el mítico Dakar, la prueba automovilística más dura y difícil del mundo, pasó por Rosario y tal cual como sostiene Mauricio “Damon” Gallardo, no se detuvo ni plantó el primer Vivac frente al Monumento Nacional a la Bandera, porque jamás hubo una política que lo avale y una difusión que lo acompañe. Mientras, Daniel Perriard, responsable deAutopasión, afirma que solamente los medios masivos y más precisamente los diarios rosarinos publican las noticias automovilísticas cuando estas son necrológicas, causadas por feroces accidentes y además sostiene que gran parte de la culpa de no tener información fierrera se da a raíz de las malas administraciones de los dirigentes de las diferentes categorías zonales.
  Haciendo referencia a los dichos de Tenaglia, quien quiere competencia, quiere que haya programas de televisión, de radio y que los diarios difundan el automovilismo.
  Es preciso destacar que hace trece años que se viene apagando la llama de difusión automovilística, solamente quedan pocas brasas encendidas, que si no son avivadas por los vientos de los pseudos omnipotentes multimediales, se convertirán en cenizas, las cuales serán casi imposible de resurgir cual ave fénix.

sábado, 19 de noviembre de 2011

La virtualidad social condena

Noventa y ocho de cada cien usuarios de la web tienen redes sociales, llámese Facebook, Twitter, Myspace, Linked in, Hi5, Badoo o Sónico, entre tantas otras. Y el 76% de estos consumidores no toman ni un mínimo reparo del riesgoso que implica pertenecer a una red cibernauta social.


La gran mayoría de las personas que prender una computadora, navega por internet y se crea una cuenta en una red social, coloca todos los datos que le va pidiendo la afiliación, sin antes haber leído detenidamente la inmensa cantidad de hojas de las que está compuesto el contrato virtual y así sitúa identificación personal, dirección, teléfonos, cantidad de familiares, etc, etc, etc; todos datos fidedignos que son proporcionados en exclusividad perpetua al dueño del sitio, quien vende, al mejor postor, toda la información, fotos y videos que se publican.

Si bien es cierto que las redes sirven para encontrar a aquella persona que hace años que no se ve, también y en su gran mayoría se usan para ver las fotos de los otros y para que todo el mundo pueda ver las propias y obviamente sean comentadas. Un amigo que se mudó lejos, el primo que se fue del país, la hija de la vecina de la tía del pueblo, un viejo amorío y hasta el cartonero del barrio suben fotos para sentirse vivos, y esperan que se las comente para confirmar que SÍ, realmente existen.

Según la Licenciada Paula Sibilia, creadora del libro “La intimidad como espectáculo”, uno es lo que se ve y cada uno es aquello que sabe mostrar, pero hay que saber administrarse como una empresa, ya que sino quien está del otro lado del cableado puede hacer mal uso y abuso de lo publicado inocentemente en post de figurar y sentir ser alguien en el mundo.

Sepan los usuarios de los enlaces cibernéticos de la web 2.0 que son partícipes indefensos de la vidriera más grande del mundo, la cual, en muchos países, es considerada como el espionaje más colosal en la historia de la humanidad. Y así, la masa mundial se va convirtiendo, de manera inconsciente, en un World Big Brother, donde todos miran las miserias de todos, mientras son verdugos y solidario al mismo tiempo, conviviendo bajo una misma plataforma informática que potencia aceleradamente el condenar de sus miembros.

@2074new_year. Incomunicado en la comunicación

Los fuegos artificiales digitales anuncian la llegada del nuevo año alegrando a todos. Familiares y amigos brindando a través de las webcams y deseándose unos a otros mucha prosperidad y felicidades para este nuevo 2074 que acaba de comenzar. Mientras mamá y papá saludan a unos amigos que están a la vuelta de la esquina desde el celular, Esteban besa a su novia japonesa desde la netbook. Lucrecia chateaba con la prima lejana que vive en Malasia, quien a su vez le cuenta lo hermoso que era Poseidón y que lo había conocido en sus últimas vacaciones virtuales a la Grecia de 900 a 800 AC. Anacleta skypea con su red de sexo virtual, los cuales se desean felices orgasmos múltiples mentales. En tanto Luca con sus tres añitos corría con la palm en reposo de un familiar a otro para que le prendieran su conector con el mundo y así poder jugar en red, pero todos lo echaban; y en eso ve al nono Bernardino que está en penumbras sentado en el rincón que da junto al ventanal olvidado, el cual es como una vidriera que muestra la imponente, pero a la vez, apagada ciudad de Rosario.
-¿Nono que ache miando e vidio? ¿Tas tiste?
-No, nada Luquita, nada… Solamente recuerdo y extraño, recuerdo y extraño mucho…
-¿Y qué estanias?
(Mientras le acaricia la cabeza)-Y… Extraño el abrazo fraternal de un amigo, el brindis con la familia, el beso pegajoso de quienes amamos. Extraño todo lo que era la vida antes que la tecnología se adueñara de nosotros…
Entonces Luca se fue corriendo a contarle a papá Martín que el abuelo estaba triste y con los ojos lagrimosos, pero este no le dió importancia, prendiéndole la palm y diciéndole que eran cosas de viejo, que no le de valor. Bernardino hizo oídos sordos de los dichos de su yerno y siguió recordando y añorando todo lo que se perdió y se dejó en el olvido.
Ino, según le decían los más allegados, no separó la frente del vidrio y mientras miraba en las gigantes pantallas de led explotar los fuegos de artificio, no dejo de proyectar en su memoria todo lo que vivió y que ya no se ve. Recordaba cuando de niño andaba en bicicleta por las calles y veredas pulcras, saludando a todos al pasar, mientras que ahora las bicicletas son estáticas con micro cines que te transportan al lugar por donde querés andar. Sonreía con el recuerdo de su padre enseñándole a manejar el Torino, con todo lo que conllevaba dominar un seis cilindros en línea, ahora simplificado con la teletransportación. Y mirando hacia la avenida, viéndola echa un basural, se le cae un lagrimón al añorar caminar por la ciudad y poder respirar, en los parques, aire puro, situación que hace años no se puede practicar, ya que solamente a la calle salen los malvivientes con mascaras de protección, porque sino sus pulmones se contaminarían inmediatamente e inyectarías tóxicos letales a todo el torrente sanguíneo en menos de medio minuto.
-(Con voz entrecortada y penosa, susurra) Que linda que fuiste… Quien te ha visto y quien te ve, mi querida Rosario…
Mientras cierra los ojos y apoya las manos en el ventanal tratando de cobijar a la sufriente ciudad totalmente desprotegida y maltrecha, que poco a poco queda vacía por fuera, aunque repleta de edificios apestados de personas, las cuales cada vez están más incomunicadas en la era de las comunicaciones, aisladas en sus mundos ficticios mientras ignoran a las persona más próxima y allegadas, se duerme recordando el mundo como era e intentando olvidar lo que es hoy.

Vivir o morir por un tatuaje

 El desarrollo creciente y sostenido de la tecnología ha hecho posible mantener la vida de numerosas personas en situación crítica. Sin embargo, la utilización de procedimientos y tecnologías de apoyo vital ha dado lugar a discusiones sobre la licitud de su uso en determinadas circunstancias.

Este debate acerca de qué deben hacer los médicos: respetar los deseos de los pacientes o cumplir su "labor", se abrió nuevamente  porqueTomkins, una mujer inglesa de 81 años, se tatuó en su pecho No Resucitar,  tratando de lograr que los médicos no cumplan con sus obligaciones profesionales. Decimos, nuevamente, porque en 2003 ya nos habíamos hecho eco del problema con el caso de Frances Palack, una ex enfermera, también de origen inglés, quién se había tatuado No Resucitar, prohibido el pas. Cabe preguntarnos si realmente es una nueva moda o la gente quiere decidir cuándo morir.

En primer lugar, tenemos que aclarar que en base a los casos citados estamos hablando de la reanimación cardiorrespiratoria (RCP) y no de personas que dependen de un aparato para seguir con vida.  El RCP es una actividad médica basada en protocolos, en un entorno, en general, desfavorable y con una gran incertidumbre. Es esencial señalar que la resucitación no es la mera restauración de funciones vitales sino la supervivencia con un mínimo de calidad de vida. Creemos que  la clave del problema se halla en que una persona inconsciente no puede expresar su voluntad, por dicho motivo tanto Palack como Tomkins decidieron tatuar su pecho. ¿Hasta qué punto esto es valedero?  ¿El médico lo respetará? Estamos seguros que para un profesional de la salud no debe ser fácil tomar una decisión, pero también sabemos que cuando está en juego la vida de un menor se tomará en cuenta la voluntad de los padres. ¿Y en el caso de un adulto, quién se encargará de dicha decisión, los hijos, un papel, el tatuaje o el médico?

A lo anteriormente dicho se suma la ética médica, entendiéndose a la misma como un conjunto de principios morales que orientan la conducta de los profesionales de la salud. Los principios éticos no son inmutables, cambian según la época y las características sociales y culturales de los pueblos. Tradicionalmente, la ética en la práctica médica se ha guiado por los principios hipocráticos de “hacer el bien y evitar el mal”, sin tener en cuenta la opinión del paciente. Según el Dr. Paco Meglade (director del área de infectología del Hospital Muñiz de Capital Federal), los profesionales de la salud pueden transformar a la muerte en un fallecimiento armónico y en paz, pero no pueden abandonar a una persona que podría seguir viviendo, ya que romperían con el Juramento Hipocrático y serían juzgados ante la ley sin ningún tipo de compasión.

Por otra parte se debe tener en cuenta que el derecho a vivir o a morir lo puede tener cualquier ser humano en perfecto estado de conciencia, pero en el momento en que alguna persona se encuentra descompuesta, fuera de sus cabales o inconciente, ningún tercero puede decidir por él, ya que ante la justicia prevalece la vida. En sí un tatuaje es algo que se lleva durante toda la vida, nuestros pensamientos cambian constantemente y está bien que así sea. De alguna manera, estamos en esta vida para aprender, crecer, evolucionar y podemos arrepentirnos. En el momento de la inconsciencia una persona no se puede volver a manifestar una voluntad válida y demostrar que en ese momento, su intención real era la de seguir viviendo.

La evolución de la mentalidad en nuestra sociedad, la valoración de que no siempre el máximo tratamiento es lo mejor, y la toma de conciencia de que los recursos económicos y sanitarios son limitados, han obligado a cambiar progresivamente la práctica médica desde la idea de “hágase todo lo posible” a la de “hágase todo lo razonable”. Finalmente, por más tatuaje y escrito certificado que pueda poseer una persona, son innecesarios a la hora de ser salvados de la muerte, ya que los facultativos van a hacer todo lo humanamente posible para poder reanimarlos y mantenerlos estables hasta su mejoramiento definitivo o hasta su deceso.